Con el principal objetivo de conservar y mantener la población de luciérnagas en el Bosque de Tlalpan, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) inició un estudio para proteger a este tipo de insecto.
El estudio de luciérnagas en el Bosque de Tlalpan permitirá determinar la viabilidad de crear recorridos para el avistamiento de los insectos luminosos en el lugar, siempre que los paseos no afecten a su población.
De acuerdo con la Sedema, dicho estudio de luciérnagas se realizará en dos partes, la primera inició en marzo de este año y consiste en conocer la fauna del suelo en los sitios donde se registró la presencia de luciérnagas en años pasados, lo que permitirá conocer con qué otras especies interactúan estos insectos luminosos.
La segunda etapa se llevará a cabo durante la temporada de lluvias, de julio a septiembre, tiempo en el que se realizará un censo de la población para identificar la o las especies que se encuentran en el área.
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Al respecto Daniel Edwin Domínguez León e Ishwari Giovanni Gutiérrez Carranza, quienes realizan el estudio, coincidieron en que esta investigación deberá ser ejecutada cada año, a fin de comparar la información y llevar a cabo estrategias para el cuidado y crecimiento de la población que permitan la conservación de esta especie.
“La presencia de luciérnagas en Bosque de Tlalpan es un indicativo del buen estado de conservación y de la presencia de humedad en el bosque y este estudio permitirá determinar si es viable llevar a cabo recorridos de avistamiento de las mismas, por ello es importante no impactar el suelo donde se encuentran las larvas y disminuir el uso de luces artificiales para no intervenir con su apareamiento”, aseguró Edwin Domínguez.
Cabe mencionar que los factores que ponen en riesgo a las poblaciones de luciérnagas, cuyo ciclo de vida es de aproximadamente un año, son la luz artificial y la compactación del suelo, por ello en el Área Natural Protegida Bosque de Tlalpan se han colocado cercos de madera para evitar el paso en áreas verdes ya que han sido afectadas por caminos formados por los visitantes, lo que ha generado compactación del suelo y ha afectado a las larvas y huevecillos de estos insectos.