En el marco de las acciones que realiza el Frente por la Dignidad Menstrual, de cuya instalación ha participado el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED), se realizó el conversatorio “La Regla se rompe hablando”, para hablar sobre los trabajos que ha hecho el Consejo en materia de acceso a una gestión menstrual digna.
Al respecto, Geraldina González de la Vega Hernández, presidenta del Consejo, destacó que, desde hace cinco años, el COPRED ha llevado a cabo diagnósticos, estudios y encuestas, esto con el propósito de conocer la situación de discriminación que enfrentan las mujeres y las personas menstruantes.
Presidenta de COPRED señala estigma hacia la menstruación
La presidenta del Consejo recordó que la menstruación continúa siendo un tema tabú en la familia, la escuela y los empleos, y explicó que, en la medida en que se desarrollen programas educativos que la aborden como un proceso natural, dejará de ser motivo de burla o estigmatización.
Por otro lado, González de la Vega Hernández enfatizó que, en la Ciudad de México, se estima que aproximadamente tres millones de personas menstrúan, lo que representa cerca de un tercio de la población capitalina. Este grupo incluye principalmente a mujeres entre los 10 y 49 años, aunque también abarca a hombres trans y personas no binarias que menstrúan y, muchas veces, enfrentan obstáculos aún mayores para acceder a información, productos o espacios seguros.
“Hay que reconocer que existe un alto porcentaje de mujeres y persona menstruantes en situación de pobreza; a partir de ello, claramente podemos tener una radiografía de cómo esto impacta en una gestión menstrual digna y al no tener una gestión menstrual digna impacta en el ejercicio de sus derechos”, recalcó la presidenta del COPRED.
Foto: Gobierno CDMX
COPRED destaca elementos para una menstruación plena
Desde el Consejo se entiende que la gestión menstrual comprende todos los elementos necesarios para que mujeres, niñas, adolescentes y personas menstruantes puedan vivir su menstruación de forma plena y digna, lo cual incluye: productos higiénicos (toallas sanitarias, tampones, copas menstruales, otros); información científica libre de prejuicios; infraestructura sanitaria adecuada: agua potable, baños limpios, espacio de privacidad, saneamiento; y, acceso a servicios de salud integrales para salud reproductiva y sexual.
De acuerdo con datos de la encuesta sobre Gestión Menstrual en la Ciudad de México, elaborada por el COPRED, al menos el 40% de las mujeres en la ciudad vive en situación de pobreza menstrual, lo que significa que no cuentan con los recursos económicos, productos adecuados, servicios sanitarios ni condiciones dignas para gestionar su menstruación. Esta situación obliga a muchas a improvisar con trapos, calcetines o papel higiénico, lo cual representa un riesgo para su salud y bienestar.
Foto: Gobierno CDMX
Además, en espacios públicos, educativos y laborales aún persisten carencias importantes en materia de infraestructura: baños sin agua, sin privacidad o sin acceso a productos de higiene menstrual, lo que limita la participación plena de niñas, adolescentes y mujeres en sus actividades cotidianas. En las escuelas, por ejemplo, una gran cantidad de estudiantes faltan a clases durante su periodo menstrual por dolores incapacitantes, por vergüenza, incomodidad o por no contar con lo necesario para manejarlo de forma segura y digna.
El COPRED ha identificado también a ciertos grupos en situación de vulnerabilidad que enfrentan condiciones particularmente críticas para gestionar su menstruación: personas en situación de calle, mujeres privadas de la libertad, personas migrantes o en movilidad, adolescentes de bajos recursos y mujeres con discapacidad. Estas poblaciones, por sus condiciones sociales, tienen menos acceso a productos, atención médica o instalaciones adecuadas.
Garantizar el acceso a productos de higiene menstrual, infraestructura adecuada y educación libre de estigmas no es un privilegio, sino una necesidad básica y un derecho. Reconocer la menstruación como un tema público, y no sólo privado, es un paso fundamental para construir una ciudad más igualitaria, justa y sin discriminación.
Propuestas para una gestión menstrual digna
Finalmente, para avanzar hacia una gestión menstrual digna, se propone:
- Políticas públicas que aseguren acceso gratuito y asequible a productos para la gestión menstrual, especialmente para las poblaciones más discriminadas.
Foto: Gobierno CDMX
- Mejorar infraestructura sanitaria en espacios públicos, escuelas, centros penitenciarios, albergues, etc.
- Educación integral sobre salud menstrual, que incluya contenidos científicos, libres de prejuicios.
- Campañas de sensibilización para romper con mitos, tabúes y estigmas entorno a la menstruación
- Incluir la gestión menstrual en agendas de derechos humanos: salud sexual y reproductiva, igualdad de género y no discriminación.
Con información del Gobierno CDMX.
